Con la llegada del Coronavirus, ha llegado la fiebre por conseguir las ansiadas mascarillas, pero ojo no nos dejemos engañar, no todas cumplen realmente la función de protección que las autoridades sanitarias recomiendan.
Las recomendaciones de protección para las vías respiratorias que estos nos aconsejan son las mascarillas FFP2 y FFP3 autofiltrantes contra partículas, que sí son consideradas como un EPI (Equipo de Protección Individual).
Las mascarillas autofiltrantes contra partículas ofrecen protección frente a la inhalación de partículas en suspensión, sólidas o líquidas que puedan suponer una amenaza para la salud.
Tipos de mascarillas desechables en función del tipo de protección
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ToggleLas mascarillas incorporan un filtro el cual se encarga de detener la entrada de partículas que se encuentran suspendidas en el aire que respiramos. En función de la protección que nos ofrecen estas se clasifican de la siguiente manera:
Mascarillas FFP1
Estas mascarillas ffp1 son las de menor eficacia filtrante, un 78% y no eliminan los malos olores.
Están destinadas a la protección contra polvos no tóxicos como el silicio, lana de vidrio, grafito, cemento, azufre, carbón, etc.
También se emplean en el bricolaje, para el corte y lijado de madera, textil…
Mascarillas FFP2
Estas mascarillas ffp2 están indicadas para trabajos con fibras o partículas, para polvos no tóxicos, humos,trabajos con siliconas, contra humos de acero y zinc, limpieza de tubos de refrigeración,sulfuro de cromo y aceites, etc. Estas partículas pueden ser fibrogénica, esto quiere decir que irritan el sistema respiratorio a corto plazo y pueden llegar a la reducción de la elasticidad del tejido pulmonar a largo plazo.
También indicadas para riesgos micro-biológicos como virus gripales.
Su nivel de eficacia filtrante es de un 92% y además eliminan los malos olores.
Mascarillas FFP3
Las mascarillas FFP3 están indicadas para trabajos con partículas o fibras molestas, para humos de acero y zinc , limpieza de tubos de refrigeración, para polvos tóxicos y humos. Nos protegen frente a los tipos venenosos y perjudiciales del polvo, aerosoles y humo.
Además de para trabajos con fibras de asbestos, cadmio, arsénico, plomo, níquel, cromo y aceites.
Indicadas para riesgos micro-biológicos como virus gripales, bacterias y esporas de hongos.
Certificadas para polvos dolomitas, además su prefiltro de carbón activo está indicado contra vapores orgánicos molestos.
Su nivel de eficacia filtrante es de un 99% y además eliminan los malos olores.
Independientemente de la eficacia de las mascarillas, debemos tener otros factores a tener en cuenta a la hora de protegernos contra factores externos, como la higiene de las manos para evitar contagios, lavandolas frecuentemente o utilizando guantes.



